SER O NO SER, ESA ES LA CUESTIÓN
La identificación clasista, la necesidad de pertenecer, contra toda racionalidad.
La mentalidad estrecha limitada a la escisión binaria perdedor -ganador, suprimiendo toda voluntad de análisis. No se trata de quién tiene razón, o de escuchar los fundamentos y evidencias, no. Se trata de conquistar el poder de apropiarse de una verdad hecha a la medida, que nos ensanche el ego y permita gozar de la adrenalina de los vencedores, aunque sea por simbiosis con los que aparentan serlo.
No se trata de que clarín manipule o mienta, ellos solo hacen lo que cualquier corporación, lo que están acostumbrados a hacer desde siempre: cuidar su negocio, engordar sus ganancias y proteger sus intereses frente a quien se ponga, ejecutando estrategias de desinformación, tergiversando los hechos, favoreciendo o perjudicando gobernantes con su parafernalia mediática, y derrocándolos si fuera necesario.
Se trata de a qué tipo de personas se dirigen, qué consciencias influyen, con qué clase de pusilánimes cuentan como público consumidor, de la categoría moral de ese público, de la debilidad cívica de esos ciudadanos educados por la doctrina de la seguridad nacional y el discurso castrador castrense, que a fuerza de terror y disciplinamiento los fue convenciendo de que "algo habrán hecho" los hijos del vecino que ya no están, que mientras haga mi laburo, no me meta en nada y haga lo que me dicen, esta todo bien, que somos los mejores del mundo, que Dios indudablemente es argentino, y que "con los militares esto no pasaba".
Se trata de que a los lectores de Clarín NO LES INTERESA que mienta, porque fueron adoctrinados para aceptar la mentira sin chistar, porque la única manera de enfrentar la realidad que aceptan y toleran es mantener su zona de confort a salvo y negar toda revelación que pueda amenazarla.
El mundo que la multimedios diseña para sus seguidores es una gran inyección de narcóticos que va creando infodependencia marca registrada en sus cabezas y los convence de que el mundo es de los ricos, lindos y famosos, que no somos nada, que debemos aprender de los ejemplos de un mundo que siempre está afuera y que si nos esforzamos más y más, alcanzaremos.
Como será el grado de sugestión que ejercen que ni ante las ruinas de Berlín aceptan la caída del REICH, solo por que les dicen que "estamos ganando" y que la guerra sigue.
Son capaces de defender rabiosamente el engaño con tal de conservar su patética ilusión de pertenencia, aun cuando los dueños de ese club tan exclusivo les nieguen la entrada, y los patovicas los echen a patadas. Entonces, en el colmo de la estupidez, vuelven a sus casas, apaleados y decididos a hacer méritos para dar la talla, ser admitidos y cumplir el sueño del aprendiz de garca, porque para alcanzarlo primero hay que pagar el derecho de piso.
Los piojos se eliminan fácil: cortando el pelo que los cobija o alimentando la industria farmacéutica.
Yo prefiero lo primero ¿y vos?