VILES MEDIOS

Los Medios de (IN)Comunicación manejan una vileza tan extrema que loopean las imágenes de Venezuela para mostrarnos, en potencial, lo que nos hubiera pasado si la derecha no se instalaba en el poder. Y para presumir de un análisis geopolítico para el que no les dan ni las neuronas ni la ética.

Su preocupación por el entorno latinoamericano se instala en agenda según conveniencia. Las imágenes del Gasolinazo en México se les pasaron de largo. Las movilizaciones en Brasil contra Temer y clamando por Lula, también. El pueblo paraguayo pidiendo por el regreso de Lugo no ocupa ningún zócalo. La desmentida de la campaña del hijo falso con que pretendieron llevarse puesto a Evo no apareció ni en los clasificados. Y el triunfo de Lenin en Ecuador no les valió un tweet.

Pero Venezuela se les volvió titular. No así los motivos que lo llevaron a este presente. Ni una mínima mención de que como suelo petrolero, cualquier vestigio de populismo se convierte en urgencia a desestructurar por el patrón del Norte. No solo se arman el relato inverso para justificar el lado en que eligen pararse sino que suben la apuesta convenciendo a los eternos azonzados argentos de que, de no sostener esta ultra derecha con que nos rompen el culo y el alma desde hace casi dos años, no podremos comprar leche ni pan. Y la manga de babeantes que los sintonizan cada noche se persignan en nombre de los pobres venezolanos. Hasta que lleguen acá. Entonces se dispondrán a putearlos como a cada boliviano o paraguayo que ocupa nuestro suelo.

Hay que ser demasiado hijo de puta para malinformar de ese modo. Y demasiado zombie para creerles.

Ni vomitando palabras se me pasa el asco.