HIPOTECANDO EL FUTURO.... POR NADA.
El endeudamiento externo en cifra récord: 80 mil millones de dólares en 15 meses
Si el 2016 fue un año movido para las finanzas del Gobierno nacional, el actual vislumbra un escenario de profundización donde la colocación de deuda pareciera ir más allá. En los últimos tres meses la deuda en moneda extranjera superó los 25 mil millones de dólares y elevó el total generado desde diciembre de 2015 por encima de los 80 mil millones.
La economista Fernanda Vallejos analizó para El Ojo Noticias el actual escenario y los peligros de utilizar frenéticamente esta herramienta bajo condicionamientos externos.
La deuda acumulada en el sector público creció en 10 puntos del PBI desde finales de 2015 y asciende a 265 millones de dólares, esto equivale al 52 por ciento del PBI. Además lo que se le debe a inversores privados (la más exigente en cuanto a condiciones de pago) se elevó hasta pasar los 120 mil millones de dólares en marzo de este año, cuando a fines de 2015 era de 64 mil millones. Prácticamente se duplicó esa cifra en un crecimiento récord en cuestión de 15 meses.
Ante esto Vallejos explicó: ”Los agravantes son las concesiones que se han hecho con las emisiones de 2017. Hay una denuncia del instituto Sampay por el decreto de enero donde se autoriza al ministro de Finanzas, Luis Caputo a tomar endeudamiento prorrogando la sesión de jurisdicciones en tribunales extranjeros (Londres y Nueva York), y luego también Suiza”, y continuó “con el antecedente de los fondos buitres, ya sabemos lo que puede pasar en una caso de litigiosidad”.
“Lo más grave de estas concesiones es la renuncia a la inmunidad soberana del Estado argentino. Esto supone las legislaciones que tienen todos los países para proteger sus bienes ante una situación litigiosa, como la que nosotros tuvimos con los buitres. La decisión del gobierno de Mauricio Macri es verdaderamente grave porque renuncia a esa inmunidad soberana en algunos casos”, advirtió la economista y profundizó sobre esta cuestión: “No en los bienes de dominio público (embajadas, consulados) pero si en los de dominio privado: recursos naturales estratégicos (minerales, hidrocarburíferos). El gobierno está colocando las riquezas estratégicas de la Argentina como garantía de esa deuda.”
Bajo este escenario Vallejos amplio que “esto es algo que se repite en toda la región. Ya en el conflicto con los buitres, el propio Paul Singer planteó como forma para destrabar el conflicto que el país le entregase parte de Vaca Muerta. No es una novedad la ambición del poder financiero por los recursos naturales y estratégico.” recordó.
Para la especialista, la situación de sobreendeudamiento a la que se está exponiendo la Argentina puede ser “insustentable”, con un volumen y velocidad de crecimiento que convierte al proceso en una deuda “impagable”. “Esto nos llena de condiciones externas que disponen ajustes en cuestiones del Estado como la salud o la educación. Se necesitan cada vez más recursos para atender los compromisos financieros que genera la deuda. Es un círculo vicioso, una rueda que va hacia atrás como en los 80’ y 90’, y que desembocó en el 2001”, analizó. En la misma línea aseguró que “el contexto es un endeudamiento externo que se vuelve cada vez más insustentable con los recursos naturales de la Argentina colocados como garantía de esta deuda, donde termina toda esta historia?”, se preguntó Vallejos.
¿Para qué se utiliza la deuda?
Otro punto clave es el destino que tiene tamaño endeudamiento. En este sentido la economista recordó que “en campaña, la justificación de la toma de deuda era basada en la promesa de inversiones productivas, infraestructura y mejora de competitividad sistémica para generar condiciones de repago por la supuesta mejora en la economía. Esto no fue así. El enorme volumen de deuda no fue aplicado a ninguna inversión, no ingresó al circuito productivo. Se utiliza, en cambio, para pagar deuda vieja y para cubrir el rojo fiscal.” Este “vacío”, resalta Vallejos, es un “agujero” que el propio gobierno generó al dejar de recaudar por retenciones e impuestos patrimoniales, que configuraba la carga impositiva más importante que recaia sobre los sectores más ricos.
“Esto generó un perjuicio recaudatorio al Estado sumado a la recesión de la actividad económica. Este rojo fiscal y la fuga de capitales por la “bicicleta financiera” se cubre con la toma de deuda”, concluyó Vallejos y vaticinó: “Es una deuda cada vez más grande e impagable, que no se traduce en desarrollo productivo, sino que aporta un agravante muy importante a las políticas de ajuste.”
(*) Fuente: El Ojo Noticias